Desde que comencé a hacer maquetas (y de eso ya hace más de 25 años) siempre he imaginado cada carro o vehículo blindado que he hecho como parte de una escena. Por ello, para mi, los dioramas y las viñetas son la máxima expresión del modelismo y más en concreto del modelismo militar. Así, hay modelistas que son unos fanáticos del detalle, otros buscan innovar o marcar tendencia con su estilo de pintura. Yo prefiero contar historias.
Lo que me fascina del modelismo es que me permite precisamente eso, retratar momentos inspirados en una fotografía o en un relato y captar lo que se ve detrás de esa imagen, imaginando lo que aquellas personas estaban experimentando en ese momento. Me gusta hacerlo con el nivel de detalle justo y volcándome más en la pintura para, a través de ella, alcanzar un acabado lo más realista y sugerente posible. Todo ello enmarcado en un escenario que complete la atmósfera de realismo que hace un modelo verosímil, mucho más que una fría peana de madera.
Lo que me fascina del modelismo es que me permite precisamente eso, retratar momentos inspirados en una fotografía o en un relato y captar lo que se ve detrás de esa imagen, imaginando lo que aquellas personas estaban experimentando en ese momento. Me gusta hacerlo con el nivel de detalle justo y volcándome más en la pintura para, a través de ella, alcanzar un acabado lo más realista y sugerente posible. Todo ello enmarcado en un escenario que complete la atmósfera de realismo que hace un modelo verosímil, mucho más que una fría peana de madera.
La Isba y el puente son sendos scratch.
No hay comentarios:
Publicar un comentario